Lección 2 | Viernes 8 de abril 2016 | Para estudiar y meditar | Escuela Sabática

2016-04-01 648

Lección 2 | Viernes 8 de abril 2016 | Para estudiar y meditar | Escuela Sabática
Viernes 8 de abril
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Un evangelista vino a la ciudad y anunció sus reuniones del siguiente modo: “¡Vengan a ver a un predicador que arranca una página de la Biblia!” Eso, sin duda, atrajo a una muchedumbre. Luego, se paró delante de ellos, abrió su Biblia y, para asombro de todos, arrancó una página. “Esta página”, dijo, “nunca debió estar allí. Es la página que separa el Antiguo Testamento del Nuevo”. Esta anécdota teatral tenía un buen punto. Estos dos libros son, realmente, uno solo. A través de todo el Nuevo Testamento, se cita al Antiguo Testamento. Una y otra vez, los eventos del Nuevo Testamento se explican y justifican, ya sea por Jesús mismo o por los demás autores del Nuevo Testamento, con referencias al Antiguo Testamento. ¿Cuán a menudo Jesús hizo declaraciones, de una manera u otra, tales como “la Escritura debe cumplirse”? Jesús mismo repetidamente señaló hacia el Antiguo Testamento (ver Juan 5:39; Luc. 24:27; Mat. 22:29; Juan 13:18); Pablo, citaba los escritos del Antiguo Testamento (Rom. 4:3; 11:8; Gál. 4:27); el libro del Apocalipsis contiene unas 550 alusiones al Antiguo Testamento. En estos casos y otros, el Nuevo Testamento se vincula constantemente con el Antiguo. Ambos Testamentos son las revelaciones escritas de Dios para la humanidad, con el plan de salvación. Aunque algunas partes del Antiguo Testamento, como el sistema de sacrificios, ya no obligan a los cristianos, nunca debemos cometer el error de relegar el Antiguo Testamento y considerarlo inferior al Nuevo Testamento. La Biblia está compuesta por ambos, y de ambos aprendemos las verdades vitales acerca de Dios y del plan de salvación.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Podemos ver las diversas maneras en que Satanás tentó a Jesús, pero Jesús no cayó en ninguna de las tentaciones, ni en los engaños. Nota cuán central es la Palabra de Dios allí. Jesús, ahora en “semejanza de carne de pecado” (Rom. 8:3), usó las Escrituras como medio de defensa contra las tentaciones del diablo. El que Jesús haya hecho esto ¿qué indica sobre la importancia de la Biblia al luchar contra las tentaciones? Conociendo este principio, ¿de qué maneras podemos ponerlo en práctica? ¿De qué modo usamos la Biblia para resistir los asaltos que todos afrontamos?
2. ¿De qué forma podemos aprender a ser humildes, y a mantenernos así? ¿Qué función debe desempeñar la Cruz en ayudarnos en esta área vital?